miércoles, 26 de noviembre de 2008

Lunes 6 de octubre de 2008

16:04

Pasé toda la mañana de hoy con Leo, y literalmente toda la mañana. Se supone que lo vería a las 7:30 en la Alameda, pero me quedé dormido. Y empieza mi clase de Semiótica, continuaré cuando acabe.

Domingo 5 de octubre de 2008

13:11

Finalmente vuelvo tras varios días de desaparecido. La verdad es que he estado tan ocupado con mis parciales que no he tenido tiempo de dedicarme a esto aunque quiera. Tengo tantas cosas qué comentar, y aún debo terminar la historia de Alexis.

Como decía, Alexis sí fue alguien muy importante para mí. Fue el primero de mis novios con el que decidí llevar el aspecto sexual a un ritmo más tranquilo. Por primera vez en mi vida consideré realmente en esperar más tiempo antes de llegar al acto sexual. Quería que con él las cosas fuesesn diferentes, más estables, mejores. Y con esa ilusión me lancé a andar con él. Aunque sí llegamos a fajar las dos veces que fue a Querétaro, quise llevarme todo tranquilo y me controlé para que las cosas no avanzaran más. Ni siquiera perdimos toda la ropa, ya que me preocupaba intimidarlo, ponerlo nervioso o molesto por ello. Quería que confiara en mí. Cuando cortamos, mis ilusiones se fueron y regresé un poco a ser el de antes. Pero nunca logré decirle bien todo lo que quería.

Luego, el 30, justo cuando empecé a contar todo esto, pasó algo que nunca me hubiera imaginado. Alexis me mandó un mensaje a mi celular donde decía que a un año de lo nuestro no podía dejar de pensar en mí y que había sido un tonto y egoísta al perderme. Como lo dije el 30, era lo que quería oír pero no cuando quería oírlo. Comenzamos a hablar por mensajes y aproveché para decirle cosas que me guardé mucho tiempo. La verdad es que fue una plática fuerte que trajo recuerdos y sentimientos guardados. Para ser honesto, yo también pensé en él varias veces a lo largo de este años. Si tan sólo me hubiese dicho esto en las vacaciones o habiendo yo regresado a Querétaro en los primeros días, supongo que hubiese caído y hasta vuelto con él. Al final de la conversación me dejó en claro que me extrañaba y que le encantaría volver conmigo, y me dejó pensando en que todavía lo quiero. Si bien no como en ese entonces, aún lo quiero. Y pensé también en lo que podría pasar más adelante, si acaso un día volviéramos. Ahora soy feliz con Leo y lo quiero mucho, pero la vida me ha enseñado que no debo ilusionarme y pensar tanto a futuro con alguien. Ahorita Leo y yo somos felices juntos, aunque quién sabe en unos cuatro meses. Yo quisiera que sí, pero que sea lo que tenga que ser.

Hablando de Leo, me hicieron notar que no he contado cómo fue que empezamos a andar. Sí, la verdad es que entre una cosa y otra lo olvidé por completo. Sabrán ya que le compré las flores, le hice una carta y le di el vale. Pues salí el 25 por él cerca de las doce, para llegar a tiempo a la escuela. Pero a la mitad del camino me habla y me dice que estaba en el IMSS y que si mejor pasaba por él al centro. Me era imposible decirle que no, así que me bajé en Plaza las Américas y de ahí caminé al centro; lo bueno que me avisó a tiempo, si no, me hubiera costado mucho trabajo regresar al centro. Así que caminé, dándome prisa con mi ramo y tratando de que el celofán de las flores no se doblara mucho con todo el vieno que hacía.

Finalmente llegué a Plaza de Armas, donde había quedado de verlo, y le hablé para decirle que dejara sus cosas por un lado y cerrara los ojos (yo veía dónde estaba, pero él no me veía a mí). Llegué entonces donde él y le puse las flores en la mano, ya con el vale y la carta en ellas. No olvidaré su cara de felicidad al abrir los ojos y ver las flores frente a él. Se lanzó de inmediato a darme un beso antes siquiera de fijarse bien en lo que llevaban las flores. Cuando se lo hice notar y leyó bien el vale, no lo pensó ni un segundo antes de lanzarse a besarme nuevamente. Realmente estaba feliz, y yo también.

De ahí lo acompañé a su casa, mientras me contaba la historia de su mamá (la cual mencionaré más adelante) y me decía que también por eso, y por tener que estudiar, no iría a su clase de ballet. Yo pienso que también había otra razón, pero es lindo quedarse con la otra idea. Llegamos y me pasó, presentándome como a un amigo de la escuela a su abuelita que estaba ahí. Mientras ella se iba, sacó y calentó comida para los dos y puso la mesa. Pero cuando ella se fue, me subió con la excusa de mostrarme su cuarto. Y una vez arriba, entre beso y abrazo y demás... bueno, no entraté en detalles al respecto. Sin embargo, no pasóde un fale (él no lo hará todavía conmigo hasta que lo nuestro no sea más fuerte), así que tampoco es algo tan serio. Y así estuvimos un rato, hasta que tocaron sus tíos. Nos arreglamos rápido y bajó a ver; afortunadamente no entraron y no pasó nada. Mejor aún, que al poco que tocó su hermana ya estábamos decentes, así que no hubo problemas de nada.

Comimos (tuvimos que recalentar la comida), y de ahí nos fuimos a tomar el camión al IMSS, donde lo dejé para que fuera a ver a su mamá. Casi nos ven sus abuelitos ahí afuera, pero por suerte pasaron en un momento en el que ninguno de los dos hacía algo que pudiera delatarnos. Lo dejé a la entrada del edificio y regresé a mi cuarto, feliz de ese tiempo con él y de que a partir de ese día éramos ya novios oficialmente.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Miércoles 1° de octubre de 2008

17:40

Duramos mes y medio, donde todos los fines de semana invariablemente iba a Celaya sólo por verlo. Buscaba siempre poder irme temprano y con algún amigo para pasar a verlo al hospital (estudió enfermería y estaba haciendo su internado) antes de llegar yo a mi casa. Si podía le hablaba entre semana, o en su defecto le mandaba mensajes para mantener la comunicación. Realmente estaba empezando a enamorarme de él, pensaba en él prácticamente todo el día y sólo esperaba el fin de semana para verlo.

Sin embargo, las cosas cambiaron de repente durante septiembre, el último medio mes. Ya no me hablaba, a veces no me contestaba, y evadía salir conmigo usando cualquier excusa. La verdad, me dolió, y mucho. Yo no esperaba que pasara algo así, y me sentí realmente triste por lo que pasó. Al final, al no poder estar con él y notando su frialdad, tuve que hacerle frente por teléfono (si me esperaba a verlo quizá hubiera tardado mucho) y pedirle que me aclarara las cosas. Excusando que tenía que hacer frente al hospital, terminamos cortando el 15 de septiembre en la madrugada.

Si las cosas hubiesen sido diferentes... Si pusiera a mis novios en una lista de cariño, Alexis sería el cuarto (exceptuando a Leo, que aún no puedo ubicar). Realmente fue más importante para mí de lo que parece.

viernes, 31 de octubre de 2008

Martes 30 de septiembre de 2008

11:45

Debería reorganizarme para la escuela. Es sorprendente que el trabajo de todo un parcial pueda destruirlo en tan sólo semana y media de no hacer nada. Estoy al límite de faltas en la mitad de mis materias, no he entregado ningún trabajo este parcial, no he leído nada... De verdad estoy decayendo una vez más. Sé que no debería actuar así, pero me ganan la flojera, desidia, y otros factores, y termino cayendo nuevamente en mi error.

Por otro lado, he mejorado en comparación con los semestres pasados, (especialmente hace un año), y ahora siento que a pesar de todo estoy haciendo un buen trabajo. Claro, podría hacer uno mucho mejor. Y como parte de eso, regreso a prestar atención a clase.


19:45

¡Madre Santísima del Perpetuo Socorro del Santo Niño de Atocha, Amén! ¿Y qué se hace ahora?


21:56

¿Qué haces cuando una persona que quisiste te deja y un año después regresa a decir que te extraña? Es algo demasiado complicado para lidiar con ello así de la nada. Es lo que quería oír, pero no cuando lo quería.

Ésta es la historia de Alexis, el octavo de mis novios. La historia con él fue bonita desde el inicio, más digna de un texto literario o una seria que la de la mayoría de mis novios. A él lo conocí hace poco más de un año, en un café de Celaya que estaba cerca de la casa donde vivía en ese entonces. Había ido yo con mi hermana y su novio de ese entonces porque esa era la condición para que la dejaran quedarse a ver el fútbol (era el partido México vs. Argentina).

Haciendo paréntesis en la historia, ahora recuerdo que mi horóscopo de septiembre decía que recuperaría el amor de alguien que no creería que volvería. Al inicio pensaba en Javi, pero pasó lo de Luis y lo descarté. El 1° de septiembre me dijeron que Chucho quería volver conmigo y no contaba con eso, pero al parecer no era verdad. Y ahora, el último día del mes, a unas horas de que empiece octubre, aparece Alexis con esto. Reitero, los horóscopos nunca son como uno piensaque serán (si se cree en ellos), sino que cumplirán su palabra de la forma menos esperada.

Regresando a la historia, estaba yo esa noche en el café con mi hermana y su novio, solo y aburrido. Por un lado, ellos estaban en su mundo, por otro, no tenía ningún interés en el partido. Mas al no haber nada más qué hacer pues me puse a ver la tele, la cual por cierto estaba atrás de mí así que tuve que girarme. En esa posición podía ver la mesa del lado derecho, donde en algún momento noté que un chavo me veía, muy fijamente. Eso me llamó la atención y me asustó un poco al inicio, pues no volteaba disimuladamente como hacen otros, sino que mantenía la vista fija en mí y nada más. De vez en cuando devolvía la mirada, pero casi siempre de soslayo, ya que me ponía nervioso su mirada tan fija. Entre eso y que mi hermana y May no me hacían caso, pasé prácticamente toda la velada viendo el fut. A la hora de irnos, volteé a ver al chavo una última vez y alcancé a esbozar una leve sonrisa, tímida.

Todo esto fue un miércoles. El lunes siguiente iba yo por la Avenida de Las Fuenres, como a dos cuadras de mi casa, cuando pasó un auto. Y, ¡oh sorpresa!, Alexis iba en el auto, en el asiento de atrás. Se volteó para verme, en lo que me perdía de vista. Fue bastante gracioso, y sí me reí del hecho. Pero las cosas no se quedaron ahí. Al siguiente miércoles, exactamente una semana después de haberlo conocido, lo volví a ver nuevamente sobre Las Fuentes. Ese día volvía del Oxxo con mi hermana y su novio, y como a 3 ó 4 cuadras de la casa, cerca del café donde lo conocí, lo volví a ver. Estaba sentdo en la esquina, esperando el camión. Como no estaba seguro de que fuese él me le quedé viendo fijamente, hasta que captó mi mirada y se levantó a seguirnos. Lo primero que hice fue desviar la mirada y decirle a mi hermana. La verdad estaba nervioso porque no sabía qué hacer. Cuando dimos vuelta en mi calle vi que cruzó la acera, así que disminuí el paso y saqué mi celular para fingir mientras lo esperaba.

Al final llegó, me saludó y comenzamos la plática. ese día sólo terminamos dándonos nuestro celular, pero de ahí se inició la relación. Iba a verme seguido a la casa y nos quedábamos en la calle o en la cochera platicando, de vez en cuando llegó a entrar. Salíamos seguido, me presentó a su prima y a su hermano, le presenté a mi hermana y se llevaron muy bien. Incluso a mis papás les caía bien y lo trataban bien cuando iba a verme, cosa que no había pasado antes con otro novio (los casos anteriores eran mera formalidad). Debo admitir que todo eso me hacía muy feliz, y yo estaba fascinado con lo que pasaba. Y así, tras dos semanas de estar saliendo, finalmente le pedí que fuera mi novio. Fue aquí en Querétaro, pues yo había venido a arreglar unas cosas de la escuela (mi horario, para variar) y él me acompañó. Ese día pusimos una película en mi cuarto y nos acostamos a verla, y conforme fue pasando el tiempo no me pude resistir. Al final, mientras le daba un beso, fue cuando me animé a decírselo. Obviamente, me dijo que sí.

Duramos mes y medio, y durante ese tiempo yo estaba en verdad empezando a enamorarme profundamente de él. Recuerdo ahora nuestra frase, "Siempre juntos contra viento y marea". Y justo hablando de él se pone una canción que le dediqué, Mi credo. Extraña coincidencia, ¿no? Mañana termino de hablar de él, por ahora estoy muy cansado.

sábado, 18 de octubre de 2008

Lunes 29 de septiembre de 2008

0:21

Nuevamente en casa de Paulo. Ya debería traerme mis cosas y vivir aquí con todos también, ya estoy a un paso de ello. Supongo que podría adaptarme, sería padre y me la pasaría bonito también. Hace tiempo hubiera sido mi sueño dorado por estar cerca de Javi. Ahora, es simplemente una posibilidad agradable. Y es que hubo un problema con Octavio (no me corresponde hablar al respecto) y Paulo llegó incluso a pensar en sacarlo de la casa y me ofreció quedarme en caso que pasara. La verdad es que lo consideré y podría adaptarme, pero no sé... aún tengo que pensarlo.

Sería interesante, terminar viviendo con mi ex. Y no es cualquier ex, sino EL ex, aunado al hecho de que sus padres me odian (luego de 4 años aún no me superan) y que además vería también muy seguido a Jorge Luis. Por un lado, todo eso es malo por mi salud mental y emocional y podría tener un ataque y quebrarme en cualquier momento. Por otro lado, poder aprender a convivir con ellos sería una muestra de madurez por mi parte. Cada opción tiene lo suyo, y no sé aún por cual me decidiría, aunque estoy inclinado más a la opción de quedarme y enfrentarlos. Tengo miedo, es cierto, pero debo aprender a superar ya estas cosas.

Y parece que todo hoy fue un "deja ir a Javi". Fuimos al Festival de la canción para escichar tocar a Carita, y mientras pasaban las otras bandas hubo más de una canción que me pegó como un gran autobús escolar. Entre ellas destaca la de Adiós, donde habla de dejar ir ya a la persona, sacarla de tu vida y seguir adelante, con la cabeza en alto y sin mirar atrás. Y justo antes de que iniciara la canción, pasaron una frase que me llegó a lo más profundo del corazón: "A veces la fuerza del destino es más fuerte que la fuerza del corazón; cuando no se puede ganar es mejor decir adiós...". Dios... fue tan fuerte cuando la leí. Me pegó como la verdad máxima, y lo peor es que entendí que si eso es lo que pasa con Javier entonces ya es hora (y lo fue desde hace mucho) de soltarlo y dejarlo ir. Yo, debo aprender a seguir mi camino por mi cuenta, con o sin nadie a mi lado. Y si ahora puedo contar con Leo qué bueno, pero ya no dejaré que un hombre sea el centro de mi vida.

2:05

Creo que la lectura feminista me hace daño, debo evitar leerla. O buscar la manera de lidiar con lo que provoca en mí. Y es que saca mi lado más gay, pasivo, sumiso y romántico, y al igual que las mujeres en dichos libros me quiero entregar por completo a mi hombre, sentir su virilidad y complacerlo en todo. Más que nada, quiero sentir su virilidad, su hombría, sentir su poder y control sobre mí, sentir que me hace suyo, sentir cómo entra en mí y me llena de él, y me entrego por completo sin dudas ni pudor. Eso es exactamente lo que pasaba con César.

Es el único hombre al que decidí entregarme como pasivo completamente sin oponer resistencia alguna. Algo tenía el niño (además de ser realmente guapo) que hacía que no me pudiera resistir a él. Tal vez fue también su carácter para conmigo, siempre tan dulce, cariñoso y caballeroso (antes de cortar la primera vez), lo que me hizo caer. Tenía un encanto mágico, una virilidad avasalladora y cautivante, un poder de seducción irresistible. Todo en él era una invitación a que entrara en mí y me poseyera. Y lo peor (o mejor) de todo, es que disfrutaba infinitamente con ello, lo ansiaba y gozaba al por mayor y siempre quería más y más. César se convirtió en el centro de una lujuria y pasión que no había conocido hasta entonces.

Arráncame la vida y La muerte me da fueron dos de los libros que leí estando con él, ambos de autoras mexicanas. Y ambos sacaron mis más bajas pasiones y despertaron mi fuego interno, y obviamente mi objeto de deseo y satisfacción era César. Si normalmente nunca podía decirle que no, cuando terminaba de leer otro fragmento de alguno de los libros era peor aún. Incluso escribí un poema titulado Virilidad sesgada (haciendo alusión a los hombres castrados en La muerte me da) donde plasmo ese deseo que me quemaba por sentir cómo me penetraba y poseía como sólo él sabía hacer. Y los libros me volvían también sumiso, ya que no podía decirle que no, hacía caso de todo lo que decía y le creía cada palabra que me decía. Podemos decir que estaba enamorado, pero yo creo ahora que más bien estaba embobado o apendejado. Y es que la línea que separa una cosa de otra es tan sutil que uno no se da cuenta cuando la cruza.

Y ahora leyendo Fanny Hill mi líbido vuelve a crecer, y vuelvo a desear tener un hombre como César (o incluso a César) para poder saciarlo en él. Siendo la historia de una mujer, los efectos son los mismos que antes y ardo en ganas de volver a ser pasivo. Obviamente con leo no podría satisfacer tal deseo, y la verdad no tengo ningún problema con ello, pero resurgen viejos deseos. Dejémoslo en que es sólo por causa del libro y que es el efecto que produce (ya me había advertido Pau al respecto de ello), y que pasará tranquilamente luego de leerlo. Pero seguramente mi líbido crecerá tanto que de verdad necesitaré saciarlo de alguna manera, ya sea pasivo o activo. Por otro lado, mi corazón no me permitirá hacerlo por el cariño que le tengo a Leo (ya aprendí mi lección sobre poner cuernos con Chucho), o en todo caso hará que me sacie eb él. Y honestamente, no me opongo y hasta apoyo esta última opción.

Tengo ya tanto sueño, faltan veinticinco a las tgres, pero no puedo ir a dormir por ahora. Luego de que Paulo me comentó hace ya buen rato que Javi se sobresaltó la última vez que me quedé en su cama (por otro lado, él ya estaba dormido cuando me acosté), decidí que lo mejor sería entonces mantenerme despierto hasta las tres que Paulo despierte a estudiar e intercambiar lugar con él. Así, él baja y se sienta a estudiar mientras yo me subo a su cama a dormir y descansar un poco. Y deberé aprovechar, porque me levantaré temprano para irme con él y que me lleve a mi cuarto. Ya llegando ahí descansaré un rato más y luego le hablaré a Leo, tal como quedamos ahce rato, y luego no sé. Quizá me vuelva a dormir antes de ir al Tec a llevarle un libro a Leslie e irme de ahí por mi niño.

Realmente ya ni ganas tengo de escribir, daría lo que fuera por poder acostarme ya, pero debo aguantar quince minutos más. Escribiendo puedo mantenerme despierto más fácil que leyendo, porque así me arullo y sucumbo ante Morfeo. Por otro lado, mi razonamiento y mis escritos en este estado a veces no tienen coherencia, y menos si sólo escribo por escribir para llenar espacio y mantenerme despierto y pensando. Lo mejor de todo es que a pesar de todo puedo seguir escribiendo aunque no hable de nada (como ahorita) y ya con eso cumplo con mi cometido de distraerme de aquí a que despierte Paulo. Y por lo visto puedo divagar tanto en este estado somnoliento que empiezo a escribir como si fuera corriente del pensamiento, pero no puedo hacerlo porque no es el propósito de este diario. Además, nadie entendería ni un carajo de lo que pusiera en un texto así, ya me ha pasado.

martes, 30 de septiembre de 2008

Domingo 28 de septiembre de 2008

1:50

Llevo poco menos de una hora de haber llegado a casa. Salí con Paulo a que le comprara su regalo a Nina (pero qué regalo, Dios mío...), a cortarme el cabello y a ver a Pau y a Moni. hace tiempo ya que no las veía, y por Dios que las extrañaba. A veces me hacen tanta falta cuando estoy en Querétaro, especialmente desde que me alejé de Leslie y Diana. quisiera poder encontrar allá amigas con las cuales me lleve así de bien, a quienes pudiera contarles todo y ellas a mí. De una u otra forma necesito compañía femenina.Pero eso sí, a pesar de todo, jamás encontraré a dos chavas como Pau y Moni. Simplemente, amo a esas niñas.

hace cinco años ya que conozco y me llevo con Pau, a Moni llevo el mismo tiempo de conocerla pero empecé a llevarme con ella hace cuatro años. Desde entonces nos hemos vuelto inseparables, y las dos se han convertido en mis máximas confidentes. Podría decir que son las únicas personas que saben con certeza lo que pienso y siento en muchas ocasiones. Me conocen tanto esas niñas, y siempre que hablo con ellas descubro cosas nuevas e interesantes. Siempre han sido mi apoyo en todo momento y sé que cuento siempre con ellas, tal como ellas han de contar siempre conmigo. De hecho, ellas son mi razón de mayor peso para venir a Celaya, sólo por querer verlas y pasar tiempo con ellas. Y juro que disfruto cada minuto con ellas al por mayor, ya sea en el carro de Moni, en el café, en casa de alguno de nosotros, en la plaza, algún bar, o donde sea. Insisto, ojalá pudiera verlas más seguido, pero pues así son las cosas. En serio deseo que la amistad con ells dure, años y años más. Las bodas, los hijos, las reuniones, cenas, etc., sólo alcanzo a medio imaginar como puede llegar a ser todo. Sé que quizá en algún momento tomemos caminos diferentes (especialmente yo si entro a la SRE), pero ojalá eso no empañe nuestra amistad. Siendo honestos, si alguna vez en la vida he de amar a alguna mujer (fuera de mi hermana), es a ellas. Daría mi vida por ellas.

Pero amar hombres es otra cosa, y es ahí donde siempre tengo problemas. 13 novios oficiales (ya aumentó uno ahora que ando con Leo) y 7 extraoficiales que no entran a la lista simplemente porque no duré realmente mucho con ellos o porque fueron algo pasajero y nada serio. Muchos de ellos me querían, unos más y otros menos, pero cada uno a suforma y de acuerdo a las circunstancias. Sólo he logrado amar a tres de ellos (3 de 20 es realmente poco, como el 15%) y decir que de verdad siento algo. Los demás, a unos los he querido, a otros no, unos me han gustado y otros no, y siento que con muchos anduve por la razón equivocada. Así es como siento que me he hecho más daño sentimentalmente. Me justifico diciendo que no pierdo nada con intentar y que al final es posible que me termine enamorando. Y puede que tenga razón, pero olvido por un lado que debo conocer bien primero a la persona, y por otro, que si de inicio no se siente esa chispa mágica entonces no se sentirá después. Mi problema también está en confundir esa chispa con una sensación momentánea de llenar mi soledad. Así de triste soy, pero así es como he ido aprendiendo de todo esto. Y muchas veces si sufro, es porque lleno mi soledad con vacío y porque añoro cosas que no me dedico bien a buscar. Si fuera un poco más centrado y maduro entonces mi lista sería mucho menor, al igual que el dolor que parece aquejarme de por vida.

Deseo ser amado, como todos, pero no dejo a ese amor ser libre. Es decir, lo tengo bajo el ideal de lo que fue cuando Javi, aunado al ideal de amor que me he creado basado en mi forma de ser. A veces me doy cuenta que lo que busco es a alguien que me trate como yo, es decir, me busco en otras personas. A veces busco a javi, a veces me busco a mí, y a veces busco un poco de los dos. Y con ese ideal ato el amor de los demás y no lo dejo ser, no lo dejo libre, no disfruto lo que cada quien tiene para ofrecerme a su manera. Entonces sufro por no tener lo que quiero, me aburro de lo que tengo yme harto de la situación. Es entonces cuando los corto, si es que ellos no me cortan primero. Y así me vuelvo frío con ellos, desinteresado y lejano. Porque no tengo interés por ellos y lo que ofrecen porque no es lo que busco con exactitud. Debo despertar y ver que no se pueden tener dichos ideales, sino por el contrario disfrutar lo que tenemos aunque no sea lo que tanto idealizamos. Claro, no significa renunciar a nuestros sueño, deseos y anhelos, sino saber disfrutar y gozar lo que se nos da. No se trata de olvidar que hay que sentir esa chispa especial al inicio si queremos que algo funcione, sino también aprender a sacar lo positivo de cada relación y persona para beneficio de uno.

Y qué bonito es que escriba todo esto, lo malo es que no siempre lo pongo en práctica. Espero que ahora las cosas con Leo sean diferentes. En verdad lo quiero... y lo extraño.


16:09

Si hablara de los hombres de mi vida, tomando el concepto de personas que han sido importantes para mí, supongo que sólo cuento con cinco, y dos de ellos ni siquiera han sido mis novios. Por orden cronológico son Javi, Jaime, Oswaldo, Jesús (Chucho) y César. Creo que tengo algo con las j's... y también con las jotas. Por cierto, cabe aclarar que el Chucho que menciono ahorita no tiene nada que ver con el que tuve algo hace poco. Este Chucho es parte de los 13, de hecho es el noveno.

Cada uno de estos hombres me mostró algo nuevo e importante, y cada uno fue especial a su manera para mí. a cada uno de ellos los quise o quiero mucho, por encima de los demás, y se ganaron ese lugar a pulso. Aunque con todos tuve mis problemas en su momento (excepto Oswaldo), ahora eso son cosas que quedaron en el pasado y me llevo muy bien con ellos (excepto César, pero es algo reciente). Sin embargo, si debiera mencionar sólo a los más importantes, la lsita se reduciría a Javi y Oswaldo.

Con Jaime, Chucho y César creí haber encontrado en su momento a la persona indicada para mí, y con esa creencia me clavé muchísimo con cada uno deellos. Al momento en que las cosas no funcionaron con Jaime (nunca anduvimos) o cuando corté con Chucho, entré en una depresión bastante grande, especialmente cuando Chucho. Me mantuve en esa depresión durante como dos o tres meses, hasta que empecé aandar con César La verdad es que me dolió mucho todo lo que pasó, aunque yo tuve la culpa al ponerle el cuerno, no es que haya dejado de amarlo en algún momento. Me arrepentí, y todavía me arrepiento, de lo que hice, y hubiese dado todo y más por haber cambiado las cosas. Durante esa depresión hice muchas cosas que no creíhacer y llegué a niveles que no conocía de mí. Creo que aparte del dolor de la ruptura tenía el dolo de la culpay un golpe a mi ego de que yo hubiese sido el responsable de todo. Pasé muchos días encerrado en mi cuarto, echado en la cama, escribiendo cosas en cuadernos y en la pared del cuarto, incluso algunas con sangre.Creí que al inflingirme dicho "castigo" estaría pagando mis culpas, ydejé entonces mi cuerpo lleno de marcas, en brazos y torso. Era como un Cristo. Ahora esas marcas son invisibles, excepto por unsa cuantas y con buen ojo, o algunas del brazo cuando hago ejercicio.

Aunque no fueron mis primeras marcas, sí fueron las primeras que hice de esa manera. Antes de eso sólo existe un precedente a dicho suceso, y creo que es obvio quién es la única persona que pudo haber provocado algo así. En aquella ocasión me grabé sus iniciales en el brazo izquierdo usando una aguja. Junté todas las iniciales de javi (HJOC) en un sólo símbolo y eso es lo que llevo visible en mi brazo izquierdo. La última vez que lo retoqué fue cuando lo de Chucho, pero precisamente porque pasé poco más de dos años retocando el símbolo es que es mucho más visible. Literalmente, tengo a Javier grabado en mi piel, y no necesito más muestra de lo que sentí y siento por él. Sí, todavía lo amo, a pesar de todo, pero debo resignarme a perderlo. Sí, me dolió mucho lo que pasó con Luis, y lo sentí como una puñalada por la espalda porque Luis sabía lo que yo sentía por Javier y mis intenciones. Pero a fin de cuentas, así son las cosas, por más que yo quisiera creo que no iba a poder evitar esto.

Traté muchas veces de superar a Javier, pero nunca pude del todo. Siempre anduve tras de él, cuidándolo, apoyándolo, quieroendo saber de su vida y demás. Y realmente todo lo que hacía era por amor, porque me importaba, porque me preocupaba por él. Quiero que sea feliz. Y me cuesta, y me duele, que ande con Luis, pero... si eso es lo que lo hace feliz, entonces lo apoyaré, y seguiré a su lado pase lo que pase. Ya me lo he dicho otras veces pero debo recordarlo, que si de verdad lo amo debo dejar que siga su vida, no interferir y sólo apoyarlo en lo que sea necesario. Es la lección más difícil que haya de aprender, pero es también la más importante de todas.

Aunque he vuelto a enamorarme, creo que nunca llegaré al nivel que llegué con Javi. Incluso de repente me cuestiono si lo que llegué a sentir con los otros fue de verdad amor o fue algo más, sólo para después recordar que debo dejar de tomar a Javi como referencia y disfrutar a cada quien como quien es. Me gustaría poder enamorarme en serio de Leo, que las cosas funcionen y poder durar mucho tiempo con él. No diré que para siempre porque la verdadno sé lo que pueda llegar a pasar, pero sí deseo poder estabilizarme finalmente con él.

De hecho me lo quería llevar hoy al teatro, a ver Autopsia a un copo de nieve, ya que la vez pasada no pudimos por lo de su examen. Pero como ahora se fue a México en un viaje dela escuela, regresará tarde así que no creo que vayamos hoy tampoco. Lo pospondré hasta el jueves, que queremos ir Paulo y yo a ver Cabaret: Diva de Pueblo. Tenemos tantas ganas los dos de ver esa obra luego de haber ido a ver Últimas palabras, ya que adoramos ésta última y la otra es de la misma compañía. Además, sería una oportunidad perfecta para que Paulo y Nina lo conozcan y él a ellos, ya que siendo mi mejor amigo y su novia, que también es buena amiga mía, me interesa y gustaría que se conocieran. Sería bonito que con el tiempo Leo pasara a formar parte de la familia y pasara más tiempo con nosotros. Sería una parte de mi sueño hecho realidad. Y sólo por que pase y que las cosas funcionen prometí que no fumaría durante una semana, así que de aquí al domingo 5 mis pulmones estarán libres de humo y mis manos no tocarán ni un cigarro.

Y hablando de, le acabo de llamar. Me mandó un mensaje para decirme que le llamara, así que tuve que hacer todo un show con el cel de Paulo y cambiar chips porque mi cel se quedó sin pila. Ya le hablé y viene en camino ya del D.F., supongo llegará como en una hora, hora y media. Y tal como había dicho, no lo podré ver porque van a pasar por él y no podrá ya salir de casa, así que he de verlo hasta mañana que pase porél a la escuela. La verdad lo extraño y tengo ganas de verlo y darle un beso, de abrazarlo y estar con él.

Viernes 26 de septiembre de 2008

11:46

Estoy a la mitad de clase, algo aburrido y finalmente con ganas de escribir tras algunos días de apatía. De hecho, lo que escribí ayer fue sólo por hacerlo y hacer una pequeña mención de lo que sería el día, pero no tenía muchas ganas de hacerlo. Pensé más tarde en escribir lo que pasó con Leo y algunas cosas que pasaron, pero la flojera me lo impisió. Y ahora que tengo ganas, estoy en mitad de mi clase de Historia de Norteamérica. Mejor presto atención un rato antes de discurrir entre mis divagaciones.

Jueves 25 de septiembre de 2008

9:56

Hoy es el día. Está todo listo. Hoy le llegaré a Leo. ya tengo las flores, carta, canción y vale. Ayer fui a comprar las flores, en el mercado de la Cruz. Es un ramo precioso, enorme, con flor de lis, gerberas y rosas, simplemente divino. Todo mundo me vio ayer con ganas de que yo fuera su novio. Todas las niñas estaban fascinadas conmigo y mi ramo, y uno que otro niño también.

Leo sale a las 12:30, así que tengo algo de tiempo para arreglarme y todo. la verdad muero de emoción y nervios de lo que vaya a pasar. Estoy seguro de que me dirá que sí, pero eso no quita los nervios. Y menos la emoción de pensar que a partir de hoy Leo será mi novio. Muero de ganas de veer su cara cuando le lleve las flores. Apuesto que hoy será uno de los mejores días en la vida de los dos.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Martes 23 de septiembre de 2008

11:02
Arráncame la vida
con el último beso de amor.
Arráncala,
toma mi corazón.
Arráncame la vida
y si acaso te hiere el dolor,
ha de ser de no verme
porque al fin tus ojos
me lo llevo yo.
Arráncame la vida, de un solo tajo. Arráncamela, y con ella desaparece. Arráncame la vida, para no verte más, porque contigo cerca sólo me hago daño, daño de amor. Y al final, todos somos un poco como Catalina, queriendo ser diferentes pero siempre sucumbiendo al final ante lo que somos.
Me fui ayer a ver esta película, en la atrde. Salí por mi arete y una vez estando en Plaza Boulevares me decidí por verla. Claro, al final no me corté el cabello. Ni tiempo, ni dinero. Pero mi cabello puede esperar, prefiero mil veces ver Arráncame la vida. Entré con una mezcla de curiosidad, emoción y aprensión, porque moría por ver la película pero no sabía si sería lo que esperaba. Ya en muchas otras ocasiones me había decepcionado al ver adaptaciones de libros. Mi caso más memorable es La máquina del tiempo, basada en la novela de H.G. Wells (aclaro que me refiero a la producción que salió por ahí del 2000, no recuerdo la fecha exacta). Para quienes como yo han leído a Wella y aparte visto el filme, entenderán perfectamete de qué hablo. Para aquellos que no, reduciré todo a decir que la esencia de la historia es la misma (sería el colmo que eso cambiara), pero existen infinidad de detalles, argumentos y eventos dentro de la historia cinematográfica que se alejan por completo de la original, derivando en una historia diferente. Un fiasco a mi parecer.
Así que, regresando al tema, entré a la espectativa de ver qué encontraría en esa pantalla. Y hay algo que debo admitir... no quedé decepcionado. De inicio, la música que cautiva, luego, la imagen de la Catedral de Puebla en todo su esplendor, que hace que a uno le de un vuelco el corazón ante tanta belleza. Finalmente, el broche de oro que me hizo amar aún más la película: narración y diálogos sacados textualmente de la obra de Ángeles Mastreta. Me emocioné tanto viendo la película porque era como estar leyendo nuevamente el libro y reviviendo así todas las emociones que me hizo sentir. Entre esas cabe destacar la lujuria, uno de mis pecados favoritos si he de ser honesto. Cada vez que terminaba de leer un fragmento más de Arráncame la vida, mi líbido se encontraba en niveles altísimos y sólo podía pensar en estar con César (andaba con él en ese entonces) y saciarme con él. Además es curioso, ya que yo con César era pasivo, y a veces hasta sumiso, aunque a veces quisiera rebelarme. Pero siempre al final acababa cediendo a él.
Haciendo comparación con la obra, es como si yo fuese Catalina y César fuese Andrés Ascencio. Y al igual que Catalina amaba y deseaba a Andrés a la vez que lo odiaba y despreciaba, algo así me sentía yo con César. Supongo que fue por eso que este libro me llegó tanto, y también la película. Por eso mi líbido siempre aumentaba, porque tomaba parte del deseo que siempre corroía a Catalina en su interior. Es un fenómeno interesante que reviví en la película, acompañado de otras cosas. Juro que mi corazón latía como loco mientras la veía, a cauda del torrente de emociones que experimenté. Ya no sólo por la historia en sí, sino por el resto de los factores que intervienen en una obra cinematográfica. Uno de ellos fue la música, que me llegó a lo más profundo del alma y me conmovió muchísimo. La que más me conmovió, y sin duda mi favorita, es el tema del cual la obra toma su nombre, mismo que puse al inicio de este día.
Voy al baño, regreso en un momento a seguir hablando de esto.
Acabo de ligarme a uno de los... meseros, o algo así de Sanborns. Atiende el restaurante, es de los que trae su traje y todo. Camino al baño pasé por las revistas y se me quedó viendo, y ahorita que volví a entrar al restaurante me volvió a ver. Cuando m vine a sentar se volteó para ver dónde me sentaba, y ahora que anda rondando y demás de repente voltea a echarme miradas. Y está guapo, debo admitirlo... muy guapo. Si no estuvira yp ahorita con Leo, seguro que no desaprovechaba la oportunidad. Lo sé, soy guapo, y aparte muy coqueto, así que si mezclamos las cosas ya sabemos lo que tenemos. Quizá juegue un rato más con las miradas, sólo por divertirme un poco. Y para levantar mi ego, obviamente. Se ve tan sexy... supongo que también es por el traje.
Como sea, regresando al tema inicial, estaba hablando de la canción. De inicio la conocí por el libro, pero no le presté atención sino hasta que la oí en un disco de mis papás y me gustó mucho. La oí en versión de tango, así que me gustó aún más. Entre la música y la lírica, se da una mezcla de sentimientos de amor, dolor, nostalgia y libertad. Con el tiempo la hilé a Javi y todo lo que pasamos entre los dos, en nuestro tiempo y después de. Es quizá el final perfecto para los dos dado lo que siento yo y lo que al parecer siente él. Oírla en la película fue algo precioso y más por la manera en que está interpretada.
Lo siguiente que me conmovió de la música fueron las escnas de los ensayos y el concierto de la orquesta en Bellas Artes. La interpretación de la música por parte de la orquesta es simplemente magnífica y es un regalo para los oídos. Además, con un director como Carlos Vives, cómo no va a ser magnífica la música. En especial me conmovió cuando la orquesta comienza a tocar Cielito lindo y Catalina recuerda a su difunto padre, quien siempre le cantaba dicha canción. No sé si habrá sido la música en sí o que compartí por un momento los sentimientos de Cati, pero yo también me conmoví y mis ojos se humedecieron por un momento.
Hablando de Carlos Vives, salí enamorado de su personaje. Guapo, talentoso, listo, culto, agradable, caballeroso, romántico, tierno, detallista, humorista... es como el hombre perfecto. Es el hombre que todas y todos soñamos tener, ese hombre que creamos en nuestra mente y que deseamos que aparezca un día frente a nosotros para decirnos que nos ama y nos entregue su vida. Es como una nueva versión del príncipe azul de los cuentos de hadas. Una versión mejor y más completa a mi parecer. Una versión que, por supuesto, no es real. Al menos en la mayoría de los casos.
Yo creo haber encontrado a mi Carlos Vives, pero el mío, al igual que éste, vive en la Ciudad de México. Tiene todo lo que tiene Carlos Vives, todo lo que tiene mi hombre perfecto. Se llama Oswaldo Zamora y si mal no recuerdo debe tener 21 años en este momento. Al igual que Carlos Vives, Oswaldo es músico y estudia artes. Siempre he tenido muchísimas ganas de ir a uno de sus conciertos y escucharlo tocar; aunque jamás lo he oído estoy seguro que ha de tocar precioso. Si la música de la película me conmovió tanto, la suya ha de conmoverme mil veces más sin duda. Él es mi hombre perfecto, aquél con quien quisiera estar y hacer mi vida con la certeza de que todo estará bien para los dos. Juro que de poder, no dudaría de ser su novio y estar con él. Lamentablemente, la distancia, su novio, y por ahora Leo en mi caso, impiden tan cosa. Ambos nos queremos, nos deseamos y queremos estar juntos, pero también sabemos que por ahora no es posible. Cada uno sigue su vida, porque no podemos detenerla por esperar. Quizá él sea el hombre de mi vida, no lo sé, pero quizá debamos esperar a que llegue nuestro momento, a que cada uno haya crecido lo suficiente como persona y haya aprendido lo que le corresponde. Quizá aún debemos madurar un poco más los dos si queremos que algún día lo nuestro funcione. Y no quito el dedo del renglón y quizá jamás lo haga.

Lunes 22 de septiembre de 2008

11:31

Pasé la noche de ayer en cada de Paulo. Fue en parte por comodidad y en parte porque él me dijo. Después de haber pasado todo el día con él pues supongo que lo normal era que de una vez me quedara en su casa.
Te mando flores que recojo en el camino,
te las mando entre mis sueños
porque no puedo hablar contigo.
Y te mando besos en mis canciones,
y por las noches cuando duermo
se juntan nuestros corazones.

Te vuelves aire si de noche hay luna llena,
si siento frío en la mañana
tu recuerdo me calienta.
Y tu sonrisa cuando despiertas,
mi niño lindo yo te juro
que cada día te veo más cerca.

Y entre mis sueños dormido
trato yo de habar contigo
y sentirte cerca de mí.
Quiero tenerte en mis brazos
poder salir y abrazarte
y nunca más dejarte ir.

Quiero encontrarte en mis sueños,
que me levantes a besos,
ningún lugar está lejos
para encontrarnos los dos.
Déjame darte la mano
para tenerte a mi lado,
mi niño yo te prometo
que seré siempre tu amor.
No te vayas por favor.
Ahora me puse a pensar en Leo con esta canción, y hasta queda con lo que quiero hacer, es de llevarle flores el jueves. Ya hasta le pedí a Paulo prestados unos plumines para hacerle el vale, la carta y todo eso. Hasta se me ocurre que podría incluir esta canción en la lista de regalos. Eso sería un gran paso, ya que dedicar una canción siempre es algo demasiado especial para mí. Tengo la idea de que una vez que se dedica una canción ya no puede volver a dedicarse, por eso casi no me gusta dedicar canciones. ¿Qué tal si se la dedico a la persona equivocada? Cuando la quiera volver a dedicar siento que ya no sería lo mismo, que ya no tendría la misma validez y sentimiento. Pero tomaré el riesgo en Leo... supongo que vale la pena.

Eso de ponerme a pensar así en Leo ya significa algo para mí, es señal de que sí debo animarme a esto. Marca la diferencia entre el estar con alguien sólo por estar y llenar mi soledad, contra el estar con alguien por en verdad desearlo y sentir algo por esa persona. Sí, siento algo... lo empiezo a querer. Me da miedo decirlo todavía, pensando que pueda ser muy repentino. Aunque parezca raro luego de lo de Chucho, en verdad no me gusta decirlo tan rápido sólo así porque sí. Siento que al momento de decirlo debe ser especial, algo único, y que no debe decirse a la ligera, sino cuando se sienta de verdad. Es por eso que con Leo, que de verdad me importa, quiero que sea en el momento y de la forma adecuados. He pensado en decírselo ese mismo jueves, pero quizá deba mejor esperar. la verdad no sé... veré qué pasa con eso.

Vaya, el día está bastante nublado y fresco. Tengo planeado ir a cortarme el cabello, comprarme un arete y conseguir las cosas para el regalo de LEo. Además debo terminar varias tareas que tengo por ahí pendientes, así que supongo que también pasaré un buen rato en la escuela más tarde. Aprovecharé para caminar y pensar un rato, siempre es bueno hacerlo. Si a eso le sumamos que tengo que terminar lo de Leo, entonces andaré bastante ocupado. Y más con mi proyecto de semiótica, que debo empezar YA si quiero terminarlo y que me salga bonito.

Retomando el tema del inicio, la verdad fue raro quedarme. Porque obvio tuve que quedarme en el cuarto de Javi. Gracias a Dios que su cama es realmente grande (son dos individuales juntas) y podía estar alejado de él. Paulo me ofreció que me quedara con él, pero si podía enfrentarme y superar esta noche con Javi sería un logro para mí, así que me negué. Me acosté, pegado a la orilla, lo más lejos posible de él. La verdad sí fue raro y me sentí extraño. Esa cercanía de él todavía me afecta. Debo admitir que sí me dieron ganas de acercarme, de sentirlo... de besarlo. Traté de pensar en Leo, pero me costaba. Fue difícil y por un momento resurgieron cosas, pero gracias a Dios que el sueño me venció y no pasó nada. Despierto más tiempo, seguro me hubiera vuleto medio loco. Fue difícil... pero pude con ello. Supongo que deberé esperar un poco a que vuelva a intentar algo así. Debo superarlo, pero con calma.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Domingo 21 de septiembre de 2008

12:06

Estoy esperando que llegue Paulo por mí para irnos a Querétaro, ya no debe de tardar mucho (eso espero). Estoy quemando un disco, de baladas (para variar) con algunas canciones que bajé entre la semana pasada y ésta. Debo admitirlo, a pesar de todo no puedo evitar ser un romántico, y me gusta serlo, es como el sello de mi personalidad. Y lo demuestro a cada rato con todo lo que hago. Tan simple como quemar este CD, o tan complejo como mi plan para llegarle a Leo... Sí, ya es un hecho. Le voy a llegar, a pesar de todo, estoy dispuesto a andar con él.

Aunque tendré que esperar a verlo, porque por lo visto hoy no podrá ser. Se supone que iríamos al teatro a ver Autopsia a un copo de nieve el día de hoy, pero me acaba de decir que no lo dejaron. Y bueno, es que empieza exámenes esta semana y es comprensible, que mejor debe estudiar en lugar de andar saliendo. Y con mayor razón porque el primer examen es solfeo y le prometí un regalo si aprobaba el examen, ya que por culpa de esa materia tuvo que repetir el año. Y aquí es donde comprobamos mi locura y cursilería, porque le pienso llegar con esa sorpresa.

Llegó Paulo, hablaré después...


16:21

¡Madre santa! No lo puedo creer... Chucho lo sabe todo. Claro, digo, subiendo esto a Internet, cómo no. Más porque por lo visto tiene un algo con leer mis cosas... Creo que nunca razoné del todo que esto pasaría. Lo vi como una posibilidad lejana, pero creo que no medía bien la situación. Por un lado, quedé en evidencia antes de que pudiese armar un plan adecuado. Por otro, ya quedé libre de todo y sólo debo enfocarme en Leo. Pero... ¡putísimi madre! No me esperaba algo así, la neta. Me cayó de golpe el comentario de Chucho. Le caló, lo sé, pero así son estas cosas. La verdad creo que siempre he de cargar en mi conciencia situaciones como éstas. No soy un santo y no soy perfecto, y he jugado con más de una persona más de una vez. Lo sabemos, por un lado me gusta y lo disfruto. Por otro... de repente me siento mal, pero no tanto ni tan seguido comod ebiera. ahora mismo, por ejemplo, me siento aliviado porque puedo seguir mi plan con Leo y empezar a andar con él sin problemas.

Ahora empiezo a preguntarme, ¿cuántas personas verán esto y qué pasará entonces? Me estoy exponiendo más que nunca, porque todo lo que aquí digo es verdad. Será el único lugar (fuera de mi mente) donde sea completamente honesto con lo que digo o pienso. Me traerá problemas (o soluciones) como lo de Chucho, pero quizá también tenga sus cosas buenas. Ahora pienso, que seria bonito que se popularizara mi blog y recibir comentarios seguido en él. Desde cierto punto, puede pasar, porque el morbo de la gente por la vida persona de otros es algo que atrae mucho. Y debo prepararme, porque seguro recibiré comentarios mordaces.

P.D. Soy un idiota... Chucho leyó lo de la lap... ¡Demonios!


18:04

Ya me cansé de estar en Internet. Desde que llegué no me he quitado, pero pues no tenía nada qué hacer. Sí, pude haberme ido a algún lado, pero me dio mucha flojera. La neta, más flojera haberme quedado ahí, pero al menos algo salió de ello. Me pregunto, si no hubiese estado conectado, ¿qué hubiese hecho Chucho para hacerme saber que ya sabía lo que pasaba? Creo que fue mejor así. Siempre evito esta clase de situaciones en persona y prefiero hacerlo por medios impersonales. Y hasta la fecha, siempre que puedo huir de algo así, mejor para mí. Aún me cuesta mucho enfrentar los resultados de mis decisiones. La neta, soy un cobarde.

No sé si dejarle el cuaderno a Paulo, quiero ir por unos cigarros. Pero me da mucha flojera andarlo cargando, y por otro lado, quiero seguir escribiend esto. Tengo tantas cosas qué decir, contar y explicar. Y ientras más tiempo pasa más se me juntan. Son de esos momentos de la vida en que pasan tantas cosas en tan poco tiempo. Además que quiero hablar de muchos detalles y eso aumenta las cosas. A lo mejor parecería insignificate a simple vista que hablase de las libélulas que he visto estos días, pero para mí significa mucho y me han puesto a pensar un buen de cosas. Y luego de lo de hoy, sí puedo creer que son de buena suerte.

Voy por mis cigarros, regreso luego...


20:27

Acabo de regresar a la escuela, me fui a Plaza del parque por un café del Italian, y a bobear un rato. Al final sí dejé mi cuaderno con Paulo, me dio flojera cargarlo. Además, con estos malditos pantalones que traigo y se me caen a cada rato, no podría haber estado cargando el cuaderno. Si ahorita que venía de regreso con mi frappé y mi cigarro era todo un show... capaz que si traía el cuaderno me quedo despantalonado a mitad de la calle. Aunque hubiese sido nice que me lo hubiese llevado y metido a Sanborns a escribir y tomar mucho café por quince pesos. Pero bueno, la vuelta valió la pena. Me quedé con ganas de comprarme al menos una playera o algo, pero mejor ahorro por ahora, más si quiero darle su sorpresa a Leo.

Que hablando de eso, dejé inconcluso el tema. Como dije, es la comprobación de mi locura y cursilería, porque quiero pedirle que sea i novio cuando le de la sorpresa. Sólo falta afinar algunos detalles, pero la idea ya está. En sí, la sorpresa consiste en decirle que sea mi novio, lo importante es la manera.

Él me dijo la otra vez que siempre ha etnido el sueño de que su novio llegue un día por él a la escuela con unas flores, ¡y por Dios que pienso cumplir ese sueño! Llegaré (posiblemente el jueves) a verlo y le llevaré un ramo de flores para dárselas de sorpresa. Las esconderé, lo saludaré cuando salga y le pediré que cierre los ojos para dárselas. Se las pondré en las manos y esperaré a que se pase su euforia. Estoy pensando... que en vez de pedirle yo como tal que sea mi novio, puedo hacerlo de otra forma. Pienso en ponerle un vale que diga "Vale por un novio. Para canjearlo, sólo bese a la persona indicada". Si las cosas salen como pienso, se lanzará de inmediato a darme un beso. Original, tierno, cursi... sí, muy yo.

Junto con las flores y el vale, irá una carta. Aún tengo que pensar en cómo la haré. Tiene que ser también algo original y bonito, tengo que ser creativo para dársela. Con algo de danza y/o estrellas supongo ya la hice, pero tengo que pensarle bien y ser original para que salga todo perfecto. La verdad es algo sencillo y no muy complicado, un regalo a lo mejor un poco austero, pero bastante lindo y llegador. Si alguien me llegara con eso, segurito que caigo y digo sí al instante.

Nada más antes de seguir, debo enumerar otras cosas de las qe quiero hablar para no olvidarlas mientras divago en los temas que ya debo,
1.- Lo que leí en el cuarto de Chucho.
2.- Las libélulas
3.- La idea de las canciones de Paulo para Nina y su influencia en mí.
4.- Por qué a pesar de haber jugado con Chucho lo trataba como lo trataba.

Esto se ve muy organizado así para ser un simple diario, pero es que si no lo hago así entonces omitiré muchas cosas, a lo mejor pequeñas, pero relevantes. Y además, aunque no lo parezco, sí soy organizado, especialmente con mis ideas. Así puedo abarcar más cosas y poder dejar más claro quién soy yo.

Retomando temas, terminaré de hablar de Chucho para ya cerrar este asunto sin complicarme más. Hablé de mi dilema entre ambos y que tenía que hacer algo, porque a su manera con cada uno me sentía bien, aunque más con LEo, debo admitirlo. Hasta hoy me veía metido en un asunto complejo entre ambos, que requería de astucia para solucionarlo, afortunadamente todo se solucionó por sí mismo, resolviendo el dilema. Supongo que la verdadera raíz del dilema radica en qué era lo que me atraía de Chucho. Pensándolo bien, era algo oscuro en su forma de ser, un salvajismo y maldad que me atraía y me excitaba. Debo admitir que las veces que pasamos juntos en mi cama fueron... no sé cómo describirlo. Salvaje, erótico, mágico, intenso... Chucho es bastante bueno en la cama, hay que reconocerlo. A cada quien lo de cada quien. Eso, aunado a su virginidad, supongo que era lo que realmente me atraía de él. Lástima que las cosas hubiesen sido así porque la relación hubiera sido interesante, pero no me arrepiento de ello.

A pesar de haber hecho lo que hice, y de que en el fondo me quería aprovechar de Chucho, no lo hice del todo. Siempre me pasa, que hasta cierto punto sí me preocupo de la gente, por eso no lo presioné más. Si hubiese sido más desconsiderado con él, no le hubiera tenido paciencia y lo hubiese presionado más a hacer algo que no quería. Supongo que al final no soy tan mala persona, aún mantengo algo de moral y consideración por la gente. Realmente mi intención no fue jugar con él ni mucho menos, pero las cosas se dieron así. Al final, todavía tengo que aprender a controlarme.

También por eso buscaba una forma decente de acabar todo, donde él saliera lo menos herido posible. Nunca me ha gustado lastimar a los demás, y cuando sé que pasará siempre busco la forma de que el golpe sea lo menor posible. Busqué aprovechar algo que supe de Chucho: dudaba de sentir algo por mí. Tenía miedo y todo era muy nuevo para él y le costaba sentir algo. Igual que yo, se dejaba llevar por la carne, pero el corazón estaba detenido. Tenía dudas. Lo escribió también (interesante similitud), y pensé en encontrar ahí una posibilidad para mí. Aunque quería sentir algo, le costaba, y agarrándome de eso podía terminar con él disminuyendo el golpe. Nunca llegué a planear algo concreto porque no tuve el tiempo, aunque hice un intento de decirle que nos diéramos un tiempo y empezáramos de cero. Así quedaría libre para Leo y podría "cambiar de idea" respecto a él. Pero las cosas se acomodaron por sí solas.

No es la primera vez que me pasa algo así. Ya en otras ocasiones he tenido esa suerte, por decirlo de alguna manera. Me meto en líos feos pero al final se acomodan las cosas de manera que salgo de ellos. Soy creyente y pienso que Dios, a su manera, acomoda las cosas así. Siento que siempre he llevado una buena relación con Él a pesar de todo y que no me deja solo en ningún momento. Sé que puedo recurrir a Él y que me ayudará, en el momento y de la forma adecuadas, aunque a veces no lo parezca. Sin embargo, me pregunto a veces también hasta cuándo seguirán así las cosas. Me saca de líos y vuelvo a caer, sin aprender bien. Su paciencia debe ser infinita, pero bien lo dice el dicho "Ayúdate que yo te ayudaré". Así que no basta con que me ayude, también debo hacer algo yo, no puedo depender siempre de Él para sacarme de estas cosas.

Ya me cansé por hoy, seguiré mañana yo creo. Aún tengo muchas cosas por mencionar, pero habrá tiempo para ello. Ya son las nueve y media de la noche (21:35) y quiero distraerme ya, he pasado la última hora con esta última parte del día de hoy. Si puedo, lo subiré de una vez, si no lo haré mañana. Por ahora, cerraré esto, me fumaré un cigarro y me distraeré un rato más. A ver si Paulo ya no tarda mucho con su tarea, ya estoy cansado, y seguro el pobre aún más.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Viernes 19 de septiembre de 2008

11:16

Hoy la verdad no tengo muchas ganas de escribir, pero tengo muchas cosas qué contar, así que sólo pondré los puntos para explicarlos más tarde, o mañana, o cuando tenga la oportunidad y ganas de seguir con esto.

1- Mi dilema Chucho-Leo.
2- ¿Por qué me gusta Chcuho?
3- La noche en el antro
4- Por qué no estoy en la escuela debiendo estarlo
5- Viejas y nuevas amistades

De momento creo que es todo lo que necesito mencionar. En su momento iré hablando de todo. No me siento muy bien ahorita. Tomaré un baño y luego iré por Leo a la escuela. Dios... cada vez me hundo más en lo que hago.


11:55

No debo olvidar la reflexión luego de la plática con Nef, eso es importante. Y ahora salgo por Leo o no llego nunca.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Jueves 18 de septiembre de 2008

15:42

Y simplemente sigo sin aprender. O sea, no puedo evitar cometer una y otra vez el mismo error, a pesar de saber que estoy equivocado. Lo peor de todo es que estoy conciente de la situación y sé que no debería hacerlo, pero sigo cayendo una y otra vez. A estas alturas, aún no soy capaz de comprender perfectamente que no debo dejarme guiar por mis pasiones, instintos e impulsos del momento, que debo razonar un poco más lo que hago. A estas alturas ya sé que mis impulsos son malos y mi razón es la adecuada. Pero no puedo evitar recaer... a fin de cuentas, tampoco puedo guiarlo todo por la razón.

De acuerdo, se trata de un equilibrio que debo aprender a tener, pero no asimilo todavía cuál momento es el adecuado para cada cosa. Siempre (o casi siempre) uso la razón donde no va, y los impulsos donde no corresponden. Discurrir en esto y los momentos donde me ha pasado sería una discusión filosófica, ética y moral que prefiero evitar. Pero creo que es necesario explicar un poco de lo que ocurre, y esto tiene que ver con el G5 (como llamaré a mis pretendientes por comodidad).

Iniciemos con los más sencillos y menos problemáticos (o no tanto). Supongo que el menos problemático y más evasible es Adrián. En primer lugar, vive fuera de Querétaro, y en segundo, sólo hemos hablado vía messenger. Una relación de este tipo no puede ser TAN (recalco esa palabra por hechos que comentaré después) peligrosa. Siempre es más fácil cortar la comunicación y más difícil querer o enamorarse de alguien (aunque a veces pasa). Aunque me cae bien el niño, siento que quizá las cosas no funcionarían, o tal vez sí, dado que tenemos cosas en común con las que nos entendemos. Quizá si no hubiese sido desplazado lo pudiese haber considerado más.

El siguiente en la lista es Jezüz (lo escribo así para diferencialo, además que es como aparece su nombre en el hi5). Es amigo de Jorge, uno de los 12 (mis exnovios). Por cierto, cabe mencionar que él es el actual novio de Javi, el cual mencioné el día de ayer. A pesar de tampoco haberlo visto en persona, las cosas con él se complican por tres situaciones: 1- Él de verdad está trás de mí (Jorge lo confirmó). 2- Es muy amigo de Jorge, lo cual es problemático. 3- Ya me invitó a salir al antro mañana (con Jorge y Javi... lo que menos necesito ahora). La verdad, en este caso tabién tengo dos fuertes ventajas: 1- No siento atracción por el niño. 2- No le he dado alas. Eso puede facilitarme las cosas para quitármelo de encima.

El siguiente en la lista es Carlos, el cual se diferencia de los demás por ser mayor que yo y por haber sido hasta ayer el que tenía mi verdadero interés. A él lo conocía en el antro y las cosas se dieron solas al segundo jueves que lo vi. Esperaba con él llevar algo más tranquilo, que se fuera dando poco a poco, y así parecía ser. El problema surgió cuando empezó a evitar (o eso creo) las salidas. Lo vi el lunes de la semana pasada, el 8, y de ahí no he sabido más de él. Entiendo que debe estar ocupado con muchas cosas, pero cuando alguien tiene interés siempre hay un modo. Ya he pasado por una situación parecida con César (otro de los 12) y no pienso volver a caer ahí. Se trata de dos, no de uno, así que no tengo por qué insistir más de lo necesario. Ayer volvió a rechazar una de las salidas. Ya no le mandaré mensaje. Si lquiere algo, es su turno de buscarme.

Ahora es cuando viene la parte complicada con los dos restantes. El primero es LEo, que lo pongo primero porque conlleva menos problemas, aunque es el nuevo centro de mi interés. A él ya lo conozco de tiempo atrás, pero las cosas se nos comenzaron a dar ahorita. La verdad, me cautiva la forma de ser de ese iño, además de que se me hace lindo físicamente, o más bien, de cara (por cierto, adoro su pelo). Hoy lo vi, fui a su escuela por él y de ahí nos fuimos al centro. Terminamos en "El rincón de los sentidos" tomándonos un café, sentados en unos cojines en el suelo. Una cosa llevó a la otra. La plática, el juego, la cercanía, el abrazo,... el beso. No lo pude evitar, me dejé llevar (el problema menor de mis impulsos). La verdad lo disfruté, estuve a gusto con él y siento que podría llegar a gustarme más. Realmente no quería dejarlo hoy, pero lo tuve que acompañar a su clase de ballet y dejarlo ahí, por un lado por mi falta de dinero (tuvo que prestarme para pagar la cuenta, sólo quince pesos), por otro, por causa del otro pretendiente. Siento honestos, tengo verdadero interés en él y me gustaría andar con él. Pero es aquí donde entra el problema mayor de mis impulsos.

Jesús (o Chucho) es el último de la lista y el de mayor riesgo. ¿La razón? Renta un cuarto en la misma casa que yo. En otras palabras, vive conmigo, literalmente. Las cosas con él fueron raras. De inicio, yo suponía que era gay y lo comprobé un día que me prestó su lap para un trabajo y leí sus conversaciones. Ya lo sé, no debería hacerlo pero... la curiosidad fue demasiado fuerte. Tiempo después, lo vi un día en las compus de la escuela, platicamos, me pasó su mail y de ahí vino lo demás. Al inicio yo lo veía con intención de amigos y nada más, ya que siendo honestos no me atrae físicamente. Vino un día a mi cuarto, el martes 9 para ser exactos, y estuvimos platicando. Supongo le gustaba ya, y con mi actitud (siempre cariñoso con los amigos y aparte coqueto por naturaleza) terminé de darle alas. Yo también me dejé llevar, y entre juego y juego cada vez terminamos más cerca. Finalmente, el viernes pasado, ras platicar y jugar un momento, nos "dormimos" muy cerca el uno del otro. Y el besó llegó solo. Quizá pude haberlo detenido ahí (error número uno de mis impulsos), pero dejé que las cosas siguieran. Ayer vino a mi cuarto a verme y todo empezó. El beso, el faje, las caricias, etc. La verdad me sentía bien anoche con él y estaba a gusto, pero supongo que es desahogo de mi soledad. No sería la primera vez que me pasa algo así y cometo una tontería por dejarme llevar en el momento. Como sea, no lo detuve e incentivé el asunto (error número dos de mis impulsos). Terminamos viendo la tele y hablándonos bonito, y aquí vino la siguiente metida de pata. Entre una cosa y otra le pedí que fuera mi novio y obviamente aceptó (error número tres de mis impulsos). Todo estuvo tranquilo y bien hasta ahí por un rato, pero conforme seguimos en lo nuestro, se me ocurrió otra tontería: decirle "Te quiero" (error número cuatro de mis impulsos. ¡K.O.!). Y ahora... no sé qué hacer. Podría mantenerlo un tiempo (1 mes, mi promedio) y luego cortar. Pero con Leo en la jugada (luego del beso de hoy) las cosas se complican mpas y más.

Aún no entiendo que mis impulsos son malos, no sé decir que no y detener a los demás y a mí. Siento que el mayor problema reside en mi dificultad de enfrentar la soledad, y que en el primer momento de llenarla caigo redondito. En otras palabras, si me hablan bonito me rindo. Soydemasiado fácil a veces, pero siempre (o casi siempre) es por esa necesidad de cariño que tengo. Supongo que se remonta a Javi y mi relación con él... dejó un hueco muy grande que siempre busco llenar y no puedo. ¿Hasta tal punto me afectó él? Ojalá las cosas fueran más fáciles... y podrían serlo, si no me empeñara en complicarlas. A lo mejor no lo hago con intención, pero lo hago a fin de cuentas.

Seamos políticos y maquiavélicos. Prefiero (y creo que me conviene) estar con Leo. Además, por otro lado, soy influenciable por el físico y las opiniones de mis amigos, y Leo tiene más puntos en ambas cuestiones. Y debo admitir que hay un factor más que infuye: Javier. Quisiera un novio con el que pudiera despertarle cirtos celos, o al menos demostrarle que mi novio es mejor que el suyo. Su opinión respecto a mi novio es la que más me importa. Y siendo honestos, Chucho no sería la mejor opción para ello. Sonaré muy superficial, y quizá lo soy, pero así soy yo y no lo puedo evitar.

Lo sé, me he metido en camisa de once varas como por enécima vez, y sigo sin aprender mi lección. Quizá ahora que puedo reflexionar todo esto, causas, motivos y demás, pueda aprender algo más y ser un poco más razonable en el futuro. De momento sólo tengo una preocupación e interés... resolver el asunto entre Chucho y Leo. Tendré que planear y pesar mucho, hacerlo con cuidado y astucia, y mucho ingenio, si quiero lograr mi objetivo y salir lo mejor parado posible.

¿Y qué es la soledad
sino el descubrimiento de uno mismo?
¿Y qué es la soledad
sino encontrarse consigo?

Pero tenemos miedo,
miedo a conocernos,
miedo a la verdad,
a que caiga la máscara.

Miedo a la soledad,
porque no sabemos estar solo,
no sabemos tratarla,
no sabemos nada.

Miércoles 17 de septiembre de 2008

16:19

Dicen que todos los días son especiales, así que no debería haber gran diferencia entre haber iniciado esto ayer (como era mi plan original), mañana, hace un mes o dentro de un año. Quizá sólo habrá algunas cosas extras por aclarar, pero no es mayor problema. A fin de cuentas, sólo busco desahogarme de una manera un poco distinta a lo acostumbrado. Soy amante de escribir lírica y prosa llenos de metáforas y reflexiones internas que muchas veces sólo yo entiendo (y quizá me pase aquí también de vez en cuando), pro hay que dar espacio a una escritura un pco más vernácula. A fin de cuentas, el propósito de esto es que la gente entienda lo que pasa...

¿Y cómo puedo amarte tanto
y no llegar a ti?
Tratando de seguir tus paos
y acercarme al fin.
Y creo oír tu voz llamando
y arrullándome,
desafiando mis anhelos
una y otra vez.
Atada a la esperanza inútil
de sentirme bien,
en tu abrazo,
que no se siente tanto.
Me elevas y me dejas,
tratando de tocar tu mano.
Tan cerca y tan lejos
que no sé vivir
con este dolor
y aferrándome a ti.
Tan cerca y tan lejos
que no puedo seguir
luchando por ti.

Hasta parece que la canción llegó en el momento adecuado para iniciar esta recopilación de escritos. De acuerdo, yo escogí el disco, pero apareció como oportunamente para dar introducción a esto, a toda la historia (y sus antecedentes) que a partir de hoy inicia. A veces siento que mi vida podría ser perfecta para una especie de novela o serie... pero creo que la vida de cada quien tiene su algo que la hace especial, y entonces la mía pierde relevancia. Pero aún así, es mi vida, y con todo me gusta. Aunque a veces quisiera que fuese diferente.

Ahora mismo, por ejemplo, daría todo por volverlo a amar. Sí, a él... a Javier. ¡Dios...! Se supone que ya debería haberlo superado, pero a casi tres años (el 6 de octubre) aún me cuesta hablar de él. SUpongo que todos tenemos amores que nos marcarn de por vida y somos incapaces de borrar. Él debe ser el mío. Y si quisiera profundicar en nuesta historia, me tomaría la vida entera narrarlo todo aquí, así que lo mejor será llevarla poco a poco. Supongo que lo principal a mencionar ahorita es que fue mi primer novio (yo tenía 16 y él 14), es al que más he amado, y con el que más he durado (10 meses) de una lista de 12 novios (oficiales. Explicaré eso en otra ocasión). ¡Ah!, y falta mencionar que anda con uno de mis exnovios...

Debería dejarlo pasar. Me lo he dicho, me lo han dicho, mil y un veces. Pero no es tan fácil, aunque lo intento mucho y en ocasiones logro hacer caso omiso de su existencia. Una prueba tangible de ello es el mensaje que le mandé el 14 en la madrugada, con el coro de una canción de Alejandro Fernández:

Y yo no sé olvidar
como lo hiciste tú,
te has quedado grabado en mi pecho
como si fuera ayer.
Y no sé cómo arrancar
tus besos de mi piel,
eres tú mi obsesión, mi tormento,
y anda puedo hacer.
Yo daría hasta la vida
por verte otra vez...

Lo sé, fue una idiotez haberlo hecho, pero hecho está y no pude contenerme. ¿La razón? Nostalgia, tristeza, amor, alcohol, la hora, la música, el ambiente... estupidez. Pueden ser todas. Puede ser ninguna. Pero al final lo hice. No sé exactamente qué esperaba de respuesta a dichomensaje, pero estoy aliviado que no la hubiera. Insisto, debería dejar pasar todo esto.

Por otro lado, aún no aprendo a estar solo, y me regodeo y vanaglorio en mis pretendientes. Tan normal para mí es tener más de uno a la vez, y jugar con todos un poco, que aún no aprendo las consecuencias de mis actos. Juego maquiavélicamente al mejor postor con posturas políticas realistas, dejando de lado mi moral y lo que debería hacer. Si bien esas posturas me podrían ayudar a hallar al hombre adecuado, creo que aún no aprendo a usarlas de la forma adecuada para dicho propósito.

Hoy día cuento con 5 pretendientes en mi lista (un número perfectamente normal para mí), y un poco queriendo, un poco inconcientemente, me he dedicado a jugar con la mayoría de ellos. En realidad sólo uno de ellos tiene todo mi interés. Los demás... bueno, llegaron solos y no he podido decirle que no. ¿Por qué? No lo sé exactamente, supongo es un problema de ego. Ya lo he dicho varias veces, soy egocéntrico y disfruto serlo.

¿Qué debería hacer entonces? La verdad es la salida moral adecuada, pero también la que podría acarrearme más problemas (en especial con uno o dos de los rechazados). Por otro lado, una diplomacia astuta es la que podría salvarme... pero también acarrea consigo sus riesgos.

Pero me acuerdo de ti
y otra vez pierdo la calma,
pero me acuerdo de ti
yse me desgarra el alma.
Pero me acuerdo de ti
y se me borra mi sonrisa,
pero me acuerdo de ti
y mi mundo se hace trizas.

Ya sé lo que debería hacer. Debería dejar ir antes de seguir. Debería ser capaz de olvidar todo mi pasado antes de continuar con mi vida. Yo no sé olvidar como él lo hizo... pero quisiera aprender a hacerlo. El Témpano de hielo (luego explicaré en qué consiste eso) me ha sido efectivo a veces, pero no logro congelarlo todo hasta el fondo. Sí... debería dejar ir, aprender a olvidar. El problema es que no sé cómo, y me cuesta mucho hacerlo.

Si puediera aprender,
si supiera la forma.
Ojalá fuera tan fácil,
que no me costase,
que fuese sencillo.

Pero llevo la maldición,
cargo al Corazón Gitano,
cargo mi propia desgracia.
Ya Apolo perdió su luz,
ya Esparta fue vencida.

¿Cuál es el siguiente paso?